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El controvertido tren que conecta Hong Kong y China hace su primer viaje.

El primer tren de alta velocidad que une Hong Kong y China hizo este domingo su recorrido inaugural tras ocho años de obras marcadas por los retrasos, sobrecostes e incertidumbre política y abriendo un nuevo capítulo para las infraestructuras de la ciudad.

Más allá de las pompas inaugurales, “nunca antes se había visto un proyecto de infraestructuras más polémico que el mismo”, escribía ayer el periódico hongkonés South China Morning Post . El proyecto largamente retrasado y con exceso de presupuesto sorteó varios escándalos de infraestructuras (preocupaciones por posibles descarrilamientos y fugas de agua, entre otros) y también controversias políticas después de que Hong Kong aceptara ceder parte de su suelo a China para llevar a cabo el control migratorio y de aduanas de pasajeros.

La apertura de la estación marca la primera vez que China continental tiene potestad para aplicar sus leyes dentro de la ex colonia británica

Así, la apertura de la estación marca la primera vez que China continental tiene potestad para aplicar sus leyes dentro de una parte del territorio de la ex colonia británica, que, aunque es parte de China, se rige por un marco legal independiente que le otorga libertades políticas y legales no disponibles en la parte continental. Por ello, el proyecto ha sido fuertemente criticado por sus detractores, que lo ven como el caballo de Troya del gigante asiático.

Los agentes de seguridad chinos estaban desplegados en un área especial de la nueva estación de West Kowloon en el corazón de Hong Kong. Esta es la primera vez desde la rendición de Hong Kong a China en 1997, que las leyes chinas se han aplicado en un extremo del territorio semiautónomo.

A pesar de los temores de los críticos al proyecto, cientos de pasajeros estuvieron presentes el domingo en la terminal. El primer tren de alta velocidad a Shenzhen, en el sur de China, salió a las 7:00 am (23:00 GMT del sábado).

La ley básica de Hong Kong establece que la ley china no se aplica al territorio, excepto en ciertas áreas específicas, como la defensa. Según el acuerdo de retrocesión entre Londres y Pekín, Hong Kong goza de libertades desconocidas en el resto de China, incluida la libertad de expresión, bajo el principio de “un país, dos sistemas”. Pero muchos creen que estas libertades están bajo amenaza.

Sus detractores ven el proyecto como el caballo de Troya del gigante asiático

Las críticas al coste del proyecto, cerca de 11.000 millones de dólares, también han sido frecuentes a lo largo de los ocho años de construcción del mismo, cuyo presupuesto se tuvo que ir ampliando a medida que el proyecto fue también retrasándose.

Al margen de la polémica, los altos cargos chinos y hongkonguenses dicen que este acuerdo hará la vida más fácil para los viajeros.

Los trenes parten desde una recién construida estación ubicada al sur de la península de Kowloon que conectará la nueva línea de 26 kilómetros con los 25.000 kilómetros de la red ferroviaria nacional de alta velocidad de China.

El nuevo tramo permite reducir a más de la mitad en tiempo el recorrido entre la ex colonia británica y la ciudad sureña de China Guangzhou, que pasará de las dos horas a los 48 minutos.

El nuevo tramo permite reducir a más de la mitad en tiempo el recorrido entre la ex colonia británica y la ciudad sureña de China Guangzhou

Entre 70 y 82 trenes realizarán semanalmente el recorrido que parte de Hong Kong y termina en Pekín, la distancia más larga que le llevará nueve horas, y con 44 paradas entre ambos puntos, incluida la de Shanghái a la que se tardaría en llegar alrededor de ocho horas y media.

Para el primer año en funcionamiento, el gobierno de Hong Kong estima que un promedio de 80.000 pasajeros se subirán diariamente al tren, una cifra que prevé aumentar a 95.000 para 2021.

El enlace ferroviario es uno de los macroproyectos pensado para fomentar la integración económica entre Hong Kong y las ciudades sueñas de China, conocida como la gran bahía del delta del río Perla que pronto se verá complementada con la apertura del puente sobre mar más largo del mundo que conectará aún más el área.

Es uno de los macroproyectos pensado para fomentar la integración económica entre Hong Kong y las ciudades sueñas de China.

Fuente: La Vanguardia

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